Editorial 2015 y más
Facecoop, red social sobre solidaridad, cooperación y desarrolloPlataforma 2015 y más en FacebookTwitter @P2015ymassuscribirse a RSS
asdf   P2015 En los medios
La gestión de la ayuda al desarrollo, al servicio del interés empresarial

La gestión de la ayuda al desarrollo, al servicio del interés empresarial

Publicado por La Marea (10/02/2014)
Publicado el 13 de febrero de 2014
Los fondos de ayuda al desarrollo y la cooperación estarán a merced de los intereses financieros y empresariales. Al menos, esto es lo que denuncian desde la Coordinadora de ONG de Desarrollo de España y la Plataforma 2015 y Más, una vez que se formalice la reforma del Fondo de Promoción para el Desarrollo (Fonprode) que el Gobierno ha llevado ya al Senado "por la puerta de atrás", sin debate y en medio de una opacidad casi total.
Con la reforma, el Fonprode, que dependía del Ministerio de Exteriores, pasará a depender del de Economía, que será quien, a través de la Compañía Española de Financiación para el Desarrollo (Cofides), gestionará estos fondos.
 
Uno de los mayores problemas, denuncian los cooperantes, es que el capital mixto de este organismo está formado casi en un 50% por accionistas financieros como el BBVA, el Banco Santander o el Banco Sabadell. El Cofides, además, actuará “como juez y parte” e incluso podrá asignarse el papel de experto independiente, señalan las ONG.
 
Los cooperantes denuncian que, de este modo, el nuevo mecanismo pierde “objetividad”. “Hasta ahora, para identificar a los países más endeudados o pobres se usaban documentos de organismos internacionales, pero ahora los identificará el propio Gobierno español a través de Cofides”, explica Marco Gordillo, vocal de incidencia política de la Coordinadora de ONG.
 
Por otro lado, “ya no se especifica que los destinatarios de los fondos tengan que ser de los países beneficiarios”, señala. Por tanto, el dinero se les puede dar a las propias empresas españolas para estimular su crecimiento en el extranjero bajo la coartada de la cooperación.
 
Por si esto fuera poco, la reforma blindará además la gestión de estos recursos con un manto de opacidad. “Las consultorías no tendrán por qué ser públicas y accesibles, por lo que se pueden aprobar proyectos sin que se sepa por qué, sin que las razones se conozcan”, profundiza Gordillo.
 
En definitiva, todas estas nuevas atribuciones y poderes cambian radicalmente el concepto de cooperación que hasta ahora tenía el fondo. “El conjunto está claro. Les interesa emplear el Fonprode como una herramienta de cooperación financiera sin límite”, concluye el activista.